Brigadas de rescate especializadas

Una brigada básica se enfoca en primeros auxilios generales y evacuación por incendios. Una brigada especializada tiene entrenamiento técnico avanzado y equipos específicos para acceder, estabilizar y extraer víctimas de lugares de difícil acceso, como alturas, pozos o tanques.

Es cualquier espacio con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación natural desfavorable, que no está concebido para una ocupación continuada por parte del trabajador. Ejemplos incluyen alcantarillas, silos, tanques de almacenamiento y túneles.

Además de las aptitudes de un brigadista normal, debe tener excelente condición física (fuerza y resistencia), no sufrir de claustrofobia ni acrofobia (miedo a las alturas), y poseer una alta capacidad de control emocional bajo estrés extremo.

El equipamiento básico incluye arneses de cuerpo completo, cascos con barbuquejo, eslingas de posicionamiento, descendedores, bloqueadores, poleas, cuerdas estáticas certificadas y sistemas de anclaje portátiles.

En espacios confinados, la atmósfera puede ser deficiente en oxígeno, tóxica o explosiva. El SCBA permite al rescatista respirar aire limpio de un tanque mientras realiza la extracción, protegiendo sus vías respiratorias de gases letales.

La seguridad del rescatista es primero. Un rescatista accidentado se convierte en una segunda víctima, complicando la operación. Por ello, nunca se debe ingresar a una zona de peligro sin evaluar la atmósfera y asegurar los sistemas de anclaje.

Es una condición grave que ocurre cuando una persona queda suspendida e inmóvil en un arnés, lo que impide el retorno venoso de las piernas al corazón. La brigada debe estar capacitada para rescatar a la víctima en pocos minutos (generalmente menos de 15) para evitar daños severos o la muerte.

El vigía es el personal de apoyo que permanece en el exterior del espacio confinado. Su función es monitorear la entrada, mantener comunicación constante con quienes están adentro y activar el protocolo de emergencia si detecta algún peligro, pero nunca debe entrar hasta que llegue el equipo de rescate.

Los equipos deben inspeccionarse visualmente antes de cada uso. Además, deben someterse a una inspección formal documentada al menos una vez al año por una persona competente, siguiendo las recomendaciones del fabricante.

Incluye la recreación de un escenario realista (ej. desmayo en tanque o caída en altura), activación de alarmas, despliegue de equipos, ejecución de maniobras de acceso y extracción, y atención prehospitalaria, todo cronometrado y evaluado.